Motivo n.º 1 para decidirse por un híbrido enchufable.

Eficiencia inteligente y bajo consumo.

Los híbridos enchufables ofrecen las ventajas de ambos mundos: con una autonomía eléctrica de unos 100 km, se puede circular bien en modo eléctrico tanto en ciudad como en carretera. En trayectos largos puedes disfrutar de la autonomía del motor de combustión interna. En general, la conducción es más eficiente, pues es posible recuperar energía en la frenada.

Motivo n.º 2 para decidirse por un híbrido enchufable.

Dinamismo de conducción y confort.

Uno de los argumentos a favor de la tecnología de propulsión híbrida es su versatilidad y su flexibilidad, sin tener que decidir nada conscientemente. Esta tecnología conjuga las agradables ventajas de conducir un vehículo eléctrico, es decir, la operación sin ruidos y sin emisiones de CO2locales, con la independencia que otorga disponer en todo momento del desempeño y la autonomía del motor de combustión interna en trayectos largos.

Motivo n.º 3 para decidirse por un híbrido enchufable.

Amplia autonomía, fruto de una gestión inteligente de la propulsión.

Una estrategia previsora de modo de servicio selecciona en cada momento la combinación ideal entre el motor de combustión interna y el motor eléctrico para hacer el uso más eficiente posible del desempeño, de la energía y de la autonomía.